No se impresionen ni se asusten con la palabra filosofía. No se plantea como algo incomprensible, sino en los términos de Kant en cuanto a “amor al saber”. Pero: ¿A saber qué?. Luego de muchas discusiones, cuando ya era viejo, Kant llegó a la conclusión se podía resumir en las siguientes preguntas:
Está última es la clave y sobre la que se deben realizar algunas consideraciones. La primera de todas es el carácter machista de las traducciones reinantes en donde se la suele traducir como ¿Qué es el hombre?, pero la verdadera palabra que utilizó Kant fue Mensch (que significa persona) y no Mann (que significa hombre).
Al margen de la cuestión patriarcal en la traducción, ¿Qué somos? es la pregunta originaria, básica.
Y al pensar en ¿Qué somos? nos vamos definiendo sobre nuestro pasado y lo más importante de todo, nuestro futuro.
Y, aunque todavía no lo quieran ver, nuestro futuro está vinculado con la red Cardano.
Porque el enfoque de Cardano es único en el espacio en sí, ya que se basa en la filosofía científica y en la investigación académica revisada por expertos.
Hoskinson sabía que la cadena de bloques necesitaba evolucionar aún más. Tomó los elementos positivos de las dos primeras generaciones de blockchain y añadió algunos elementos propios. Lo que surgió de eso fue Cardano.
Los tres elementos que Cardano quería resolver eran:
Como se mencionó anteriormente, Cardano es único. Toda la ingeniería que entra en él tiene el objetivo final de ser “High Assurance Code”. Esto se hace para asegurarse de que hay una creencia mucho mayor en la calidad del código utilizado (más sobre esto más adelante en la sección “Haskell y Plutus”). Esto, según Hoskinson, evitará que ocurran casos futuros como la división ETH-ETC.
El equipo de Cardano buscó desde un primer momento adherirse a un conjunto de principios y filosofías. No se establecieron con una hoja de ruta ni con un documento. En cambio, se centraron en adoptar una “colección de principios de diseño, mejores prácticas de ingeniería y vías de exploración”.
Los siguientes son estos principios y están tomados directamente del sitio web de Cardano.
Por todo eso es que la red Cardano puede ayudar a nuestra gran pregunta: ¿Qué es el ser humano?
Si nos definimos como seres vivos con raciocinio y libertad, vamos a necesitar, si o si, que la evolución tecnológica lleve aparejada un mayor grado de libertad que no se límite a una mera manifestación de principios que queden olvidados detrás de los algoritmos reinantes en internet.
El ser humano del futuro necesita que la economía se base en el nuevo sistema operativo financiero mundial que está naciendo.
La fuerza de esta necesidad es irresistible: ¡Necesitamos Cardano!