Una Isla dependiente del Reino Unido categoriza a las criptomonedas.

Una Isla dependiente del Reino Unido categoriza a las criptomonedas.

Determina que no son valores.

La regulación financiera de la Isla de Man, una dependencia autónoma del Reino Unido (FSA) categoriza las criptomonedas por su función. Situada entre el Reino Unido e Irlanda, la Isla de Man es una isla británica autónoma con un parlamento y un organismo de control financiero propios.

Así como puede cuestionarse que en el siglo XXI siga existiendo el colonialismo que históricamente caracterizó al Reino Unido, las decisiones dentro de esas dependencias pueden aggiornarse a cuestiones económicas, como en este caso, las criptomonedas.

El 14 de octubre de 2020, la FSA anunció un documento para guiar a las empresas que interactúan con criptomonedas. El documento parece ser favorable para las criptomonedas, ofreciendo una infraestructura para que los empresarios trabajen con criptoactivos.

Las autoridades crearon las directrices en colaboración. La Digital Isle of Man, una agencia ejecutiva que se ocupa de la tecnología en la isla, se asoció con la FSA para crear el documento. Se hizo así para asegurar que el documento permaneciera “tecnológicamente neutral”.

La idea general era que los diferentes criptoactivos se definirían legalmente por lo que hacen, en lugar de por cómo se crean:

Los tokens pueden clasificarse como inversiones, monedas virtuales o dinero no regulado. La categorización se basa principalmente en la función del token. El documento de la FSA desglosa aún más los grupos.

El valor de los tokens está en aquellos que funcionan como acciones, obligaciones, unidades en una inversión colectiva o derivados. Según este esquema, Bitcoin (como moneda virtual o almacén de valor) y Ether (como moneda para una máquina virtual) no parecen ser valores.

Aún así, las inversiones que funcionan como valores o moneda virtual serán reguladas por la FSA. Sin embargo, puede que no sea necesaria una licencia. Aquellos valores que ofrezcan algún tipo de crecimiento de capital, como las inversiones, sí requieren una licencia.

Las autoridades crearon las directrices en colaboración. La Digital Isle of Man, una agencia ejecutiva que se ocupa de la tecnología en la isla, se asoció con la FSA para crear el documento. Se hizo así para asegurar que el documento permaneciera “tecnológicamente neutral”.

La idea general era que los diferentes criptoactivos se definirían legalmente por lo que hacen, en lugar de por cómo se crean:

Los tokens pueden clasificarse como inversiones, monedas virtuales o dinero no regulado. La categorización se basa principalmente en la función del token. El documento de la FSA desglosa aún más los grupos.

El valor de los tokens está en aquellos que funcionan como acciones, obligaciones, unidades en una inversión colectiva o derivados. Según este esquema, Bitcoin (como moneda virtual o almacén de valor) y Ether (como moneda para una máquina virtual) no parecen ser valores.

Aún así, las inversiones que funcionan como valores o moneda virtual serán reguladas por la FSA. Sin embargo, puede que no sea necesaria una licencia. Aquellos valores que ofrezcan algún tipo de crecimiento de capital, como las inversiones, sí requieren una licencia.



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